Obama y Castro en el velorio de Mandela. |
Cuba y Estados Unidos comienzan a fumar la pipa
de la paz gracias al Papa Francisco. Esta noticia que le da vuelta al
mundo no es otra cosa que una estrategia bien montada de comunicación y
propaganda en ambos países.
La noticia tiene todos los elementos para
llamar la atención: dos naciones testarudas que siguen con la Guerra Fría desde
hace más de 50 años; un ex militar presidente cubano desesperado por buscar
dinero porque sus aliados principales – Venezuela y Rusia- están en precario y
a su isla ya casi no le quedan alternativas; un presidente americano en su
último cuatrienio, con la popularidad por el piso y cuyo partido acaba de perder ante los
Republicanos en las elecciones más recientes; la necesidad de los americanos
caer en gracia con los gobiernos de América Latina; la urgente necesidad de traer noticias
positivas a ambas naciones; la intercesión casi divina del Papa argentino que
es la figura del momento a nivel global, y muchos otros elementos dan a este anuncio un
aura de espectacularidad inconfundible. Por eso, sin duda, es la noticia del
día en todo el mundo.
Pero, mientras la gente sigue asombrada, con
miedo o coraje dependiendo de su ubicación en el espectro político, la verdad
del entrelíneas, lo que no se ve en las cámaras de televisión ni se dice de
frente, es que ese hito histórico lo sí que demuestra es cómo la verdadera
política se da tras bastidores y que lo que mueve al mundo es el dinero.
En materia de derechos civiles y de lo que la
normalización de estas relaciones político-económicas representan para los
cubanos de la isla y los del exilio, para los americanos de a pie, y para
nosotros en Puerto Rico, el posible impacto que esto tendrá en la última
colonia americana del ELA, todo apunta a que la situación seguirá igual o peor.
En la tarde de hoy los gobiernos de Washington
y La Habana dieron el primer paso para normalizar sus relaciones tras más de
medio siglo de embargo. Casi al unísono, ensayado, el presidente de los Estados
Unidos, Barack Obama, anunció desde la Casa Blanca una serie de medidas para
restablecer las relaciones diplomáticas, sacar a Cuba de la lista de estados
que apoyan el terrorismo y facilitar el viaje de los norteamericanos a la isla.
Mientras que en La Habana, el Comandante
Raúl Castro Ruz, salía en la televisión y radio cubana a hablar de lo mismo.
El anuncio de que esas décadas de tensiones y hostilidades quedaban atrás se
dio momentos después de la liberación en ambos países de presos políticos. Cuba liberó al “contratista” norteamericano
Alan Gross detenido desde hacía cinco
años en La Habana, así como de un agente de inteligencia cuya identidad no ha
sido revelada pero que según Washington llevaba 20 años preso en la isla y fue
clave para identificar a espías cubanos que operaban en territorio
norteamericano. EE UU, a su vez, liberó a tres espías cubanos detenidos en
Florida del llamado grupo “Los Cinco”. La Casa Blanca sostenía desde hace años
que el caso Gross era la piedra que impedía la normalización de las relaciones.
También se anunció que ambas naciones se reunirán en Canadá, y que Obama y
Castro participarán en la Cumbre de las Américas que será en abril en Panamá. Irónicamente del preso político de más años en
las cárceles de los Estados Unidos, y cuya liberación el gobierno cubano ha
reclamado por años, el puertorriqueño Oscar López, nada se comentó en la prensa
internacional.
Poderoso Don Dinero
Es falso e hipócrita decir que no había relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
No se puede decir que el embargo era como una
pared entre ambas naciones porque a pesar del mismo, Cuba y los Estados Unidos
siempre siguieron teniendo intercambios comerciales. Cuba vendía medicamentos
por países intermediarios como Canadá y Estados Unidos vende distintos
productos incluyendo alimentos de los agricultores americanos. De hecho, Cuba es
un de los primeros 10 mercados de exportación para EEUU y aún con el embargo
entran a La Habana más de $1,000 millones de dólares de alimentos.
En Cuba se ha entronizado un sistema que ya
desde finales de los 80 llamaban “Fidelismo”, el cual dista de otros sistemas
comunistas, y con el paso del tiempo, han intentado adaptarlo para tomar elementos
que le han sido exitosos para otros sistemas como el de China y el de Vietnam.
El mismo consiste en que el gobierno mantenga su poder en términos sociales,
pero permita el flujo de capital. Esto, sin embargo, no toma en consideración
las interminables acusaciones y casos de violaciones de derechos civiles que se
cometen en esas naciones. En Cuba pasa igual.
El turismo, que es una de las principales
industrias en Cuba, desde hace años que se beneficia de los estadounidenses que
viajan por terceros países. Ahí, más que Puerto Rico, sería la República
Dominicana el país que más se podría afectar porque tienen ofrecimientos
similares y atraen al mismo tipo de turista que viajará a Cuba ahora sin las
restricciones.
En términos políticos, aunque no existían
embajadas como ahora proponen con este anuncio, en La Habana siempre existió la
Oficina de la Sección de Intereses de los Estados Unidos mientras que en
Washington estaba la Oficina de Intereses de Cuba. Ambas atendían
primordialmente los temas de viajeros y otros asuntos muchas veces de espionaje.
O sea, no serían embajadores sino funcionarios de los gobiernos, pero era más o
menos lo mismo.
La diferencia podría estar en que sí se permita
el libre flujo de personas entre naciones, lo que conllevaría cambios
importantes en la operación de ambos gobiernos, especialmente Cuba, en materia
de visas y pasaportes.
Queda por ver qué posturas toman La Habana y
Washington con el tema del narcotráfico en la zona, porque el que sabe de
historia reconoce cómo ambas naciones lo han permitido, tolerado, financiado y
perseguido, según los intereses particulares y dependiendo del tiempo.
Los republicanos en Washington ya están
hablando de que revertirán las sanciones una vez ganen la presidencia. El
senador republicano de la Florida, Marco Rubio, quien es cubano, fue una de las
primeras voces en criticar el anuncio. Sin embargo, esos 53 años pesan. El
exilio ha ido variando en sus posturas y cada vez surgen más voces cubanas alejándose
de los discursos de los 60 y pidiendo algún tipo de normalización. A fin de
cuentas, no cabe duda de que ni Estados Unidos ni Cuba han ganado con ese embargo:
no se ha democratizado Cuba y los hermanos Castro han sobrevivido a 10
presidentes estadounidenses.
Para Obama, la tensión en Cuba era un problema
en sus relaciones con el resto de América Latina y la imperante necesidad de
los Estados Unidos de ampliar lazos comerciales con potencias económicas como
Brasil, por ejemplo.
Enlaces relacionados:
· Cuba y Puerto Rico http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2013/02/cuba-y-puerto-rico.html
· El Papa en Cuba: Mis anécdotas de la cobertura http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2012/03/el-papa-en-cuba-mis-anecdotas-de-la.html
Nota: Está columna fue.publicada en NotiCel http://noticel.com/blog/170026/montaje-de-propaganda-cuba-de-obama-y-estados-unidos-de-castro.html
Nota: Está columna fue.publicada en NotiCel http://noticel.com/blog/170026/montaje-de-propaganda-cuba-de-obama-y-estados-unidos-de-castro.html
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