El periodismo
verdadero es aquel que se basa en el respeto, en la justicia, en la honestidad y
en la búsqueda incesante de la verdad. Al menos, así siempre lo ví en mi años
en la calle como reportera y así también lo veo ahora en otras facetas a las
que la vida me han llevado, casi a empujones… pero eso no viene al caso.
Hace un rato leí de mis amigas Wilda Rodríguez y Laura Homar unas reacciones a columnas que he escrito de temas sobre el periodismo y la libertad de expresión, y tengo que coincidir con Wilda en que como ella, yo sé muy bien qué es periodismo, y qué es atropello y difamación.
Hace un rato leí de mis amigas Wilda Rodríguez y Laura Homar unas reacciones a columnas que he escrito de temas sobre el periodismo y la libertad de expresión, y tengo que coincidir con Wilda en que como ella, yo sé muy bien qué es periodismo, y qué es atropello y difamación.
De la escuela
de periodismo que vengo aprendí que el periodismo verdadero es honesto y
balanceado, no difama ni miente, pero tampoco tiene agendas ni promueve ideales.
Aprendí y
siempre practiqué el periodismo libre de amarres a partidos o ideales
políticos, intereses ideológicos, económicos, religiosos o moralistas, o de
grupos sociales, étnicos o de orientación sexual. Fue duro porque ser libre no
es fácil y muchos sucumben a presiones.
Mi libertad me hacía apegarme a la verdad y a darle voz a quien no la tenía. Por eso aprendí que ejercer el oficio en Puerto Rico es complejo. Más que la ética o la honestidad profesional de cada individuo, el mercado determina si un medio existe o desaparece, si como reportero tienes trabajo o te quedas en la calle, o si sigues la corriente o te resistes y das la pelea.
Mi libertad me hacía apegarme a la verdad y a darle voz a quien no la tenía. Por eso aprendí que ejercer el oficio en Puerto Rico es complejo. Más que la ética o la honestidad profesional de cada individuo, el mercado determina si un medio existe o desaparece, si como reportero tienes trabajo o te quedas en la calle, o si sigues la corriente o te resistes y das la pelea.