POR INVITACIÓN: El estudiante doctoral Danilo Trinidad Pérez-Rivera escribe esta importante nota:
Para muchos puertorriqueños, la frase “recopilación de inteligencia” trae recuerdos dolorosos de las Carpetas —los archivos secretos que la Policía de Puerto Rico, en coordinación con agencias federales de EE.UU., usó durante el siglo XX para perseguir a activistas, estudiantes, sindicalistas, artistas y ciudadanos comunes con ideas nacionalistas o progresistas. Familias fueron destruidas, carreras se arruinaron, y la confianza en el gobierno quedó imposibilitada para grandes porciones de nuestra sociedad. Esa historia sigue siendo una cicatriz.
Sin embargo, hoy impera otro tipo de inteligencia que cambia por completo ese concepto: la inteligencia de fuentes abiertas (OSINT). En lugar de archivos secretos y vigilancia clandestina, OSINT se basa en lo que ya está disponible públicamente: noticias, registros públicos, redes sociales, imágenes satelitales, investigaciones académicas y hasta sensores ambientales. Es una práctica para entender mejor los eventos, riesgos y oportunidades usando información abierta y accesible.
¿Será verdad que EE.UU. valora a una ciudadanía informada?
Tomás Jefferson afirmaba que “una ciudadanía informada es el corazón de una democracia dinámica”. Desde sus comienzos revolucionarios, el espíritu democrático y republicano de la nación americana ha promovido, al menos para quiénes reconocen como humanos y ciudadanos de bien, la idea de que la libertad florece cuando el pueblo conoce lo suficiente como para exigir cuentas a las instituciones. Es esa tradición la que lleva a que el gobierno estadounidense, y sus contrapartes en la sociedad civil incluyendo institución de investigación y grupos cívicos han abogado por impulsar el OSINT, no como herramienta de represión, sino como una habilidad ciudadana que facilita:
● Transparencia en vez de secretismo: OSINT permite a la gente verificar hechos, denunciar corrupción y cuestionar al poder sin violar derechos.
● Empoderamiento en vez de miedo: No hay que dejar el trabajo de inteligencia solo al Estado; comunidades, periodistas e investigadores también pueden producir conocimiento.
● Protección frente a la desinformación: Aprendiendo a verificar información, el pueblo se vuelve menos vulnerable a las mentiras, la manipulación o las campañas de miedo.
Casos concretos en Puerto Rico
Una herramienta para los y las activistas boricuas
Para el activismo en Puerto Rico, OSINT puede ser tanto escudo como espada:
● Un escudo para protegerse, monitorear contratos, vigilar el medio ambiente y analizar acciones de empresas sin depender de filtraciones.
● Una espada para combatir la desinformación, documentar abusos y conectar luchas locales con movimientos globales.
En lugar de repetir la pesadilla de las Carpetas, OSINT pone el poder del conocimiento en manos del pueblo. No nos conformamos con ser los vigilados —somos quienes vigilan, tenemos ojos y boca para hablar. Claro está, siempre hay que estar alertas. Hasta las herramientas abiertas pueden usarse mal, y los datos públicos pueden convertirse en armas.
La lección de las Carpetas no es rechazar la acumulación de información, sino exigir que se use de forma ética, con responsabilidad y con transparencia ante la comunidad. La inteligencia de fuentes abiertas no es el espionaje del pasado. Es el derecho del pueblo a saber, analizar y actuar. En una democracia real, la inteligencia no se usa para reprimir, sino para que la gente participe con conciencia. Si las Carpetas simbolizan el miedo, OSINT representa la posibilidad: un futuro donde los puertorriqueños informados usen la verdad pública para construir comunidades más fuertes y más libres.
NOTA: Danilo Trinidad Pérez Rivera es un estudiante doctoral de New York University y colaborador de En Blanco y Negro con Sandra.

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