POR INVITACIÓN: El veterano periodista Jesús Dávila conversa con la nueva coordinadora del Movimiento Victoria Ciudadana quien está en busca del boleto para una nueva era
La nueva coordinadora general del Movimiento Victoria Ciudadana, Eva Prados, quiere buscar cómo “neutralizar” el debate para que, en lugar de discusiones sobre las ideologías de los que componen esa formación política, se celebre la diversidad entre los que se unen para la “agenda urgente” que necesita el país.
“Yo no creo que la conversación es sobre estas estrategias” porque son “debates que nos siguen debilitando” como pueblo, sino que lo que lo que hay que resaltar es que gente de las más diversas ideologías se están poniendo de acuerdo para reconstruir y descolonizar.
Para eso, la idea es que se destaque que en el MVC “tenemos” independentistas, autonomistas y anexionistas, oficiales de las fuerzas armadas de Estados Unidos junto a antiimperialistas, socialistas y empresarios. Por eso, Prados también quiere que haya mayor visibilidad de que en el MVC hay religiosos.
De hecho, junto con la elección de Prados para coordinadora general, el MVC eligió como subcoordinador general al capitán Reginald Smith Pizarro, de la Guardia Nacional de EEUU y quien estovo destacado como policía militar en las bases de Guantánamo en Cuba y Soto Cano, en Honduras.
Así, “neutralizar” para que el debate público no atienda a las palabras que definen sino a los temas que unen, y, “fortalecer” la organización política, son claves en el trabajo para que el MVC pueda negociar alianzas más amplias con miras a los comicios generales. Se trata de recobrar fuerzas después de que en los pasados comicios perdiera sus dos senadores y sus dos representantes a Cámara y obtuviera tan pocos sufragios que se quedó sin la franquicia electoral.
Esa visión estratégica de la carismática líder -destacada en varios comicios e importantes luchas sociales- incluye dar mayor presencia a los que, desde la diversidad de ideas y comportamientos, puedan dar muchas voces distintas a un mismo compromiso con una agenda de reformas para poner el país en posición de reconstruirse.
Esa búsqueda del MVC no es tan distinta de los intentos de las demás formaciones políticas por conseguir sus respectivos boletos para entrar a la nueva etapa en la historia de Puerto Rico, que ha comenzado con el descalabro de su economía y de las principales tendencias políticas que han favorecido el dominio colonial por parte de Estados Unidos.
La situación se agrava con las presentes políticas restrictivas de Washington, que dejan a mucha gente con la incertidumbre de ni siquiera saber de qué podrán depender para el día de mañana, después de estar acostumbradas a siglos de dependencia.
“Nosotros no tenemos que refundar nada”, dijo Prados en referencia bastante directa al proceso en que se ha embarcado el autonomista Partido Popular Democrático, sino que “nosotros nacimos porque el país nos necesitaba… hacía falta una herramienta nueva”.
En su primera salida, en los comicios de 2020, el MVC logró 179.265 votos para la gobernación y 157.679 para delegado residente en Washington, luego de lo cual se negoció la alianza con el Partido Independentista Puertorriqueño, que se colocó como la segunda fuerza política del país en la candidatura a la gobernación, con el primer lugar en 13 municipios y el segundo en otros treinta y tantos pueblos.
Pero, mientras el candidato a gobernador por el PIP, Juan Dalmau, aumentó sus votos de 174.402 en los comicios de 2020 a 392.185 en 2024, la candidata del MVC, Ana Irma Rivera Lassen se quedó muy corta, con sólo 115.710, mientras el candidato autonomista Pablo José Hernández obtuvo la victoria para delegado en Washington con más de 530.000 sufragios.
El domingo pasado, los más de 500 participantes en la asamblea ciudadana nacional del MVC aprobaron por unanimidad encargar una encuesta científica para analizar los complicados resultados de las elecciones de 2024. Lo que se busca es determinar lo que motivó a los que dieron su voto por el MVC y lo mismo con respecto a los que decidieron no hacerlo.
De inmediato, Prados acogió la resolución, pero advirtió que para hacer la encuesta habrá que recaudar mucho dinero.
Pero no se trata sólo de costo económico de tal encuesta. El nuevo liderato del MVC tendrá que evaluar cómo hacerla y qué enfoque se le daría, lo que implicaría un análisis profundo que podrá tomar algún tiempo.
Además, el MVC todavía está recogiendo firmas para volver a inscribirse como partido electoral, para lo cual le faltan todavía miles de respaldos. Por eso, se hizo un llamado al voluntariado para lograr esa meta.
Los resultados contradictorios de los pasados comicios no afectaron sólo al MVC.
El oficialista Partido Nuevo Progresista, ganó la gobernación, pero perdió el escaño ante el Congreso de EEUU, además de que la lucha interna ha seguido causando daños durante los primeros seis meses del nuevo gobierno. Esa situación, unida a las dificultades para administrar y atender la situación económica, hacen poner en duda de si podrá revalidar en 2028.
Mientras tanto, el PPD ganó el escaño de comisionado residente, pero en la candidatura a la gobernación, quedó relegado a un tercer lugar con apenas poco más del 22 por ciento del voto. Además, si bien Hernández se ha convertido en el líder con más apoyo en el país, el PPD no ha logrado reunir de manera efectiva las diversas tendencias que lo componen.
Otra situación contradictoria ocurre con el derechista Proyecto Dignidad, que, si bien logró que sus dos legisladoras mantuvieran sólidos sus escaños en Cámara y Senado, el partido está entre los que perdieron su franquicia electoral por el exiguo apoyo que obtuvo su candidato a la gobernación.
En ese panorama, la única formación política que da la apariencia de salud electoral es el PIP, pero se enfrenta ahora a una situación incierta sobre si logrará una alianza que le permita aspirar a ganar las elecciones de 2028.
Si el MVC será un boleto de entrada al gran concierto de la historia, está por verse.
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Jesús Dávila es un veterano periodista puertorriqueño y escritor que se ha destacado por una larga carrera de excelencia en el trabajo informativo y de contexto en Puerto Rico y en los Estados Unidos. Ha trabajado para grandes medios y entidades informativas locales e internacionales, y en los últimos años se ha dedicado a publicar libros de periodismo histórico. Entre algunos de sus libros figuran “Foxardo 1824: el bombardeo ritual de Vieques”, publicado en el año 2000; “Lenguaje, género e historia” (2017) y “Enheduanna y Semíramis” (2023).
Tengo
el honor de haber trabajado con Jesús y aprendí mucho de este oficio mirando su
ética y su puntillosa labor al publicar datos corroborados. Junto a Jesús
hicimos una investigación que sentó precedentes en el periodismo puertorriqueño
y que cambió paradigmas. La investigación, publicada en El Nuevo Día en la
década del 90, reveló con exactitud cuánto dinero el gobierno de Puerto Rico
gastaba en publicidad, basado en los contratos archivados en la Oficina del
Contralor. Ese trabajo después ha sido repetido y replicado por múltiples
periodistas y medios. SRC



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